domingo, 19 de julio de 2009

Camino al Centenario

Camino al Centenario

La Iglesia Unida Metodista Pentecostal de Rengo, motivada por la celebración de los 100 años del movimiento Pentecostal, comenzó a realizar diferentes trabajos en dirección de este acontecimiento extraordinario, donde el poder glorioso del Espíritu Santo se manifestó un día 12 de septiembre de 1909.

Para ello se comenzó en el mes de Marzo, un mes de oración, donde las familias y hermanos dedicaron un tiempo para acercarse al trono de la gracia del Señor y alcanzar misericordia. Un mes de oración, en el cual Dios confortó los corazones, alentándonos a ser más fieles al Señor y a añadir algo más a nuestra vida espiritual y dejar, tal como Jesús le dijera al Joven rico, aquello que impide vivir en plenitud espiritual.

El mes de Abril fue el llamado a Ayunar, inspirados por la Palabra de Dios, de buscar a Dios con oración y ayuno, la iglesia toda se motivo en pos de este objetivo. Cada familia en un día especial, durante 40 días, realizaron el ayuno, que tuvo como finalidad agradar a Dios y ser llenos de la presencia bendita del Espíritu Santo. Una experiencia hermosa, donde Dios nos fortaleció y dio ánimo para seguir adelante en este camino al Centenario.

La oración, el medio por el cual nos comunicamos con Dios y le decimos a nuestro Señor lo que hay en nuestro corazón. La Biblia, la Palabra de Dios, el medio por el cual Dios se comunica con el hombre. Mayo… el mes de la lectura Bíblica. Entendiendo que la Palabra de Dios es viva y eficaz y que aquel que medita en ella es llamado Bienaventurado, nos dedicamos a la lectura Bíblica, en la cual cada hermano debía leer un pasaje determinado, comenzando en el libro de Génesis y culminando en el libro de Apocalipsis. Un mes hermoso donde conocimos aspectos majestuoso de Dios, y de sus promesas fieles y verdaderas existentes para aquellos que creen en ellas.

Luego de dedicar tiempo para la lectura, llegó el mes de la gratitud, de dar gracias a Dios Creador por las bondades ilimitadas entregadas a favor de su pueblo. Cada día del mes de Junio de servicio, una familia determinada elevó cantos de agradecimientos al Señor, con el único propósito de darle toda la honra, gloria y honor a aquel que ha sido bueno en gran manera y que ha bendecido nuestras vidas en forma espiritual y material. Con dedicación y entusiasmo una tras una, las familias de la iglesia cantaban al Dios Eterno. Y no tan solo las familias alabaron a Dios, también los respectivos locales y departamentos tuvieron la posibilidad de glorificar el bendito nombre del Señor Jesús. Servicios memorables, tardes de mucha alegría y regocijo, donde el centro de toda celebración fue dar gracias a Dios por su gran amor y tributarle toda gloria a nuestro Dios.

No hay comentarios: